Representantes de las principales corrientes del PRD (Nueva Izquierda e Izquierda Unida) empezaron contactos para acordar una eventual reunión entre los líderes de estos grupos, con el fin de negociar la integración de los órganos de dirección y, en particular, la lista de candidatos a diputados federales para la elección del próximo año.
Con los acercamientos en referencia, los enviados de Jesús Ortega (Nueva Izquierda), quien ayer recibió su constancia como presidente nacional del PRD, y de Alejandro Encinas (Izquierda Unida) buscaron minimizar las versiones acerca de una crisis extrema que derivaría en la salida del sol azteca de los simpatizantes encinistas, también afines al ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Los contactos formales corrieron a cargo de Jesús Zambrano (Nueva Izquierda) y Ricardo Ruiz (Izquierda Unida), quienes coincidieron –en declaraciones por separado– en la necesidad de construir acuerdos políticos y de gobernabilidad que permitan la sobrevivencia y fortaleza del partido, principalmente de cara al proceso electoral federal de 2009.
En IU se encuentran en proceso de consulta con los diversos grupos que han trabajado en torno a esta corriente y esperan presentar públicamente una definición el próximo martes.
“Hasta el momento no se ha planteado una ruptura; la intención es mantenernos en el partido. Tras la elección de 2009 habrá otro referente y analizaremos los pasos a seguir, porque una ruptura en estos momentos significaría para nuestros militantes una migración desordenada”, señalaron fuentes de dicha corriente.
En tanto, Zambrano comentó que el jueves pasado le preguntó a Ruiz hacia dónde iban todas las versiones que habían circulado. “Le pregunté que si era el inicio de la fractura y me respondió que no están del lado de la división”.
Hay conciencia en ambos grupos –agregó Zambrano en entrevista– de que hoy más que nunca se requiere recuperar la unidad del partido; que todos fortalezcan las filas del perredismo y que no se vean como antagónicos, sino a nivel de “aspectos complementarios”.
Ayer trascendió que en los encuentros de ambas corrientes se analizará lo relacionado a los espacios en órganos de dirección, la estrategia electoral y el “reparto” de candidaturas.
El senador Héctor Bautista, líder de Alternativa Democrática Nacional (ADN), que jugó con Ortega en la elección del pasado 16 de marzo, dijo que en la definición de candidaturas, especialmente las diputaciones de mayoría, será necesario hacer una evaluación de liderazgos locales, más allá de lo que dicten las encuestas, cuya metodología “es puesta en duda por la base. Es tiempo de calcular las representaciones reales y dejarnos de mezquinades”, agregó.
Ayer, tras recibir la constancia que lo acredita como presidente nacional del PRD, Ortega declaró que “van por buen camino” las reuniones con líderes de otras corrientes.
Con los acercamientos en referencia, los enviados de Jesús Ortega (Nueva Izquierda), quien ayer recibió su constancia como presidente nacional del PRD, y de Alejandro Encinas (Izquierda Unida) buscaron minimizar las versiones acerca de una crisis extrema que derivaría en la salida del sol azteca de los simpatizantes encinistas, también afines al ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Los contactos formales corrieron a cargo de Jesús Zambrano (Nueva Izquierda) y Ricardo Ruiz (Izquierda Unida), quienes coincidieron –en declaraciones por separado– en la necesidad de construir acuerdos políticos y de gobernabilidad que permitan la sobrevivencia y fortaleza del partido, principalmente de cara al proceso electoral federal de 2009.
En IU se encuentran en proceso de consulta con los diversos grupos que han trabajado en torno a esta corriente y esperan presentar públicamente una definición el próximo martes.
“Hasta el momento no se ha planteado una ruptura; la intención es mantenernos en el partido. Tras la elección de 2009 habrá otro referente y analizaremos los pasos a seguir, porque una ruptura en estos momentos significaría para nuestros militantes una migración desordenada”, señalaron fuentes de dicha corriente.
En tanto, Zambrano comentó que el jueves pasado le preguntó a Ruiz hacia dónde iban todas las versiones que habían circulado. “Le pregunté que si era el inicio de la fractura y me respondió que no están del lado de la división”.
Hay conciencia en ambos grupos –agregó Zambrano en entrevista– de que hoy más que nunca se requiere recuperar la unidad del partido; que todos fortalezcan las filas del perredismo y que no se vean como antagónicos, sino a nivel de “aspectos complementarios”.
Ayer trascendió que en los encuentros de ambas corrientes se analizará lo relacionado a los espacios en órganos de dirección, la estrategia electoral y el “reparto” de candidaturas.
El senador Héctor Bautista, líder de Alternativa Democrática Nacional (ADN), que jugó con Ortega en la elección del pasado 16 de marzo, dijo que en la definición de candidaturas, especialmente las diputaciones de mayoría, será necesario hacer una evaluación de liderazgos locales, más allá de lo que dicten las encuestas, cuya metodología “es puesta en duda por la base. Es tiempo de calcular las representaciones reales y dejarnos de mezquinades”, agregó.
Ayer, tras recibir la constancia que lo acredita como presidente nacional del PRD, Ortega declaró que “van por buen camino” las reuniones con líderes de otras corrientes.
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