domingo, 11 de enero de 2009

Sufre López Obrador desvanecimiento durante mitin en Mexicali




Casi a la mitad de su discurso, comenzó a desvanecerse, pero fue alcanzado por una maestra y miembros de su equipo de seguridad

Notimex / La Jornada On Line
Publicado: 11/01/2009 22:10



Mexicali. Andrés Manuel López Obrador, estuvo a punto de desmayarse durante un mitin con simpatizantes de Mexicali en una visita por Baja California.

Casi a la mitad de su discurso, el político tabasqueño comenzó a desvanecerse, pero fue alcanzado por una maestra mexicalense que estuvo a su lado, y por miembros de su equipo de seguridad.

Sorprendió a periodistas y al equipo de seguridad, pues una hora antes, acompañado de la dirigencia perredista en el estado, comió en un restaurante de especialidad oriental y no mostraba signos de cansancio.

A las 16:50 horas, cuando llevaba ya 20 minutos en el templete, se empezó a desvanecer y minutos después fue atendido por dos elementos de su seguridad, ante los gritos de los asistentes de "agárrenlo, agárrenlo que se va a caer".

Minutos después, la profesora mexicalense, Aída Cannett Larriñaga, le ofreció una botella de agua que el tabasqueño tomó lentamente.

López Obrador estuvo varios minutos sostenido por sus asistentes con signos evidentes del colapso, hasta el mismo dijo: "Ya pasó, ya pasó".

Después de 10 minutos del incidente, continuó con su discurso de 40 minutos, para seguir con la gira, mientras los dirigentes en el estado minimizaron el vahído diciendo que no pasó nada.

En su discurso, López Obrador dijo que encabeza un movimiento dedicado a defender la economía popular ante la recesión económica.

Indicó que la defensa de su movimiento se debe a "la difícil situación económica que se está padeciendo en México, por este huracán que está entrando".

López Obrador estuvo en San Luis Río Colorado, Sonora, y las ciudades de Mexicali y Rosarito, en Baja California, para reunirse con simpatizantes de su movimiento.

Rechazó opinar respecto del alejamiento del Partido de la Revolución Democrática (PRD), legisladores y la fragmentación del Frente Amplio Progresista (FAP), "no voy a perder el tiempo, aquí lo importante es defender a la gente ante la difícil situación económica".

Protesta de HIJOS por cuarta vez ante la Suprema Corte

Integrantes del Comité Eureka y de la organización Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) México se manifestaron por cuarto mes consecutivo ante la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para exigir a las autoridades federales la presentación con vida de los “más de 500 desaparecidos políticos, así como justicia y castigo para los responsables de ese delito de lesa humanidad”.
Como desde hace 40 años volvieron a alzar la voz con la misma exigencia: “desaparecidos presentación” y “vivos los llevaron, vivos los queremos”; al tiempo que señalaron que aún con el paso del tiempo “no olvidamos, no perdonamos”.
Subrayaron que en los meses de enero, desde 1969, tienen reportadas “28 personas desaparecidas por el Estado mexicano”, por lo que continuarán luchando para acceder a la justicia.
Las agrupaciones, formadas por familiares de desaparecidos políticos, repartieron información a transeúntes a fin de que “estos crímenes no se olviden”.
Decenas de fotografías con los rostros de desaparecidos, carteles y pancartas fueron colocadas en las rejas que resguardan la entrada principal de la Corte, lo que llamó la atención de quienes pasaban por el lugar.
Durante el mitin, Álvaro Mario Cartagena López, quien estuvo desaparecido dos meses en 1978, recluido en el Campo Militar número Uno, señaló que de no haber sido por los 3 mil telegramas que se le enviaron al entonces presidente José López Portillo, promovidos por Rosario Ibarra de Piedra, presidenta del Comité Eureka, en una reunión de Amnistía Internacional, “no estaría aquí”.
El ex integrante de la Liga Comunista 23 de Septiembre fue capturado por agentes de la policía del Distrito Federal en abril de 1978 durante un enfrentamiento en el que recibió siete balazos en su pierna izquierda. “Me llevaron a la Cruz Roja, pero antes de que me operaran me saca la Brigada Blanca y me traslada al Campo Militar Uno, donde debido a que no se atendieron a tiempo mis heridas la pierna se me gangrena y deben cortarla”.
El otrora guerrillero aseguró haber sido objeto de tortura y tratos crueles durante su reclusión en el campo militar, donde vio con vida a Alicia de los Ríos Merino y a Eduardo Hernández Vargas, desaparecidos en enero y abril de 1978, respectivamente, y de quienes a la fecha no se tiene conocimiento.
“En los meses de enero, de 1969 a la fecha, existen al menos 28 personas que no están donde deberían y por cuya desaparición forzada nadie ha respondido. Los desaparecidos nos faltan a todos, todo el tiempo. Su ausencia implica su recuerdo, pero también nos mueve a seguir luchando contra la impunidad, el olvido y la falta de justicia”, señalaron los manifestantes, por lo que desde octubre pasado y “hasta que haya justicia” continuarán acudiendo a la Corte los primeros sábados de cada mes.

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