sábado, 15 de noviembre de 2008

debate teorico: Entrevista al sociólogo cubano Aurelio Alonso: El impredecible final del laberinto cubano‏

(tomado de La Ventana (La Habana) Entrevista al sociólogo cubano AurelioAlonso: El impredecible final del laberinto cubano Waldo Fernández CuencaLa Ventana/Casa de las Americas La Revolución Cubana está próxima a su medio siglo. Teorizar desde cualquierángulo sobre ella se vuelve un ejercicio difícil pero apasionante. Elproyecto político y social cubano, me atrevo a decir que gatea todavía,busca situarse en un mundo áspero y contradictorio. Con enemigos poderosos ygrandes amigos en todo el mundo. Cuba sigue su camino. Mas en su andar,importantes pensadores desde las más extremas y moderadas posiciones opinansobre ella. Aurelio Alonso, actual subdirector de la revista Casa de LasAméricas es uno de ellos. Sobre un críptico laberinto hurga en losintersticios de los grandes retos que hoy enfrenta nuestra nación, 50 añosdespués de haber escogido un destino diferente. Este sociólogo y reconocidopensador intenta darnos algunas claves de la Cuba actual. ¿Qué sintió Aurelio Alonso como pensador y persona cuando supo que sederrumbó el campo socialista y la URSS? -Para mí -como para casi todo el mundo- fue algo totalmente inesperado ysorpresivo, pero si en algún lugar del mundo ha habido una comprensiónracional del derrumbe y no una comprensión por claudicación fue en Cuba,porque nosotros sabemos que en algunos países de ese campo, como Polonia yHungría, se había desarrollado ya una proyección reformista muy fuerte haciauna economía de mercado. "En los años 60 el proyecto cubano trató de desarrollarse con una ciertaautonomía, lo cual no pudo realizar con éxito, y tuvo que adherirse al CAMEy alinearse al sistema soviético. Pero ya el Che Guevara casi habíapronosticado el derrumbe del sistema socialista, algo que en general se veíamuy difícil y poco probable. Yo pienso incluso hoy que el sistema podíahaberse reformado desde adentro sin haberse desestructurado. "Para nosotros la caída en lo económico fue una catástrofe y en lo políticoprovocó una crisis de paradigma. Se había asumido el criterio que ese seríanuestro modelo de desarrollo, y de repente se desmorona, motivo por el cualmuchos pensaron que aquí también iba a caer el socialismo. No obstante, paralos dirigentes cubanos se retuvo con claridad la opción de resistir portodos los medios este embate. Que esto era necesario y posible a la vez." ¿En algún momento usted pensó que aquí también se caería el socialismo? -Sí, yo siempre pensé que podía caerse, como pienso que todavía puedecaerse. Si algo demostró el campo socialista fue que la irreversibilidad delsistema no era una ley inviolable. Esa falsa idea de que habíamos llegado auna sociedad superior y que no era reversible fue totalmente errónea. Estolo asume Fidel en el 2005 en un discurso -que resultó alarmante y sorpresivoporque nunca él había reconocido posibilidades al fracaso- cuando habla quenuestro socialismo podíamos destruirlo nosotros mismos, y menciona lacorrupción. Yo hablaría de mucho más que de la corrupción, hablaría deburocracia, de inmovilismo y de la rutinización de nuestro sistema. "Pienso que la destrucción del sistema siempre es posible y hay que salvarlotodos los días, rehacerlo todos los días, perfeccionarlo todos los días,incluso lo que no se haga hoy puede ser un lastre para el mañana. Este hasido un problema serio del socialismo cubano: que ha estado entrampado desdeafuera por un bloqueo externo pero también desde adentro por una cuota deincertidumbre muy alta." Usted, en una entrevista para el periódico mexicano La Jornada, habla dereinventar el socialismo.¿Qué significa para Aurelio Alonso reinventar el socialismo en Cuba? -La primera vez que yo usé esta palabra fue en Chile en el año 2003, cuandodigo que el futuro del mundo debe ser socialista pero que había quereinventarlo, no solamente en Cuba sino también los proyectos de socialismoque nacen hoy en América Latina en el marco de sociedades que estánintentando cambios radicales y revolucionarios, como lo son Venezuela,Bolivia y ahora el caso de Ecuador. "Estos son países que tienen que reinventar, no pueden asumir ningún esquemaanterior, ni el modelo soviético ni el actual modelo chino que es muycontroversial debido al alto compromiso alcanzado con el mercado en esasociedad, lo cual ha generado mucha incertidumbre en determinados sectores,en cuanto al rumbo futuro. Para encauzar esas experiencias socialistas dehoy hay que pensar en reinventar. Se ha vuelto un verbo clave. "Nuestro socialismo también hay que reinventarlo, mirando críticamente a laexperiencia del sistema en el siglo XX. Por ejemplo en el plano económicodebemos decir que de una economía que está muy estatizada debemos llegar auna economía más flexible donde el Estado no pierda su poder económico. Esdecir, ni el control integral del aparato económico nacional, ni suprotagonismo empresario, como inversor principal, en sectores que resultenclave. Pero que deje espacios a otras formas de propiedad, como pueden serformas de propiedad cooperativa, y también una mayor presencia de laeconomía familiar. Y ni siquiera excluir la posibilidad de otras en lascuales ni hayamos pensado. Los esquemas atentan contra la imaginación. "Todo esto debe implementarse con un balance donde ninguna de las formas nosocializadas o menos socializadas imponga una norma de mercado a las mássocializadas. Buscar una configuración que provea eficiencia, pero no en lostérminos cuantitativos de la economía de mercado, sino con una concepciónnueva de la eficiencia, orientada a hacer sustentable al sistema en suconjunto. "Ahora, ¿qué camino habría que tomar? ¿Qué tiempo puede demorar? ¿Cómo sepuede hacer? Esas son preguntas más concretas que requieren respuestas másconcretas. Y respuestas más concretas implican el manejo de muchas variantesque no están a mi alcance. Pero no tengo duda en cuanto a la necesidad deromper la identificación de lo estatal con lo socializado o socialista. Habría mucha más tela por donde cortar, por supuesto." ¿No hay una idea implícita también en ese término de fracaso? -Claro que sí. Hay dos cosas: está el significado del fracaso del modeloanterior y está no perder de vista también los aportes reales de aquelmodelo. Empezando por la Unión Soviética, que de un imperio más feudal aunque capitalista, sostenido por el mujik (el campesino), se convirtió enmenos de medio siglo en la segunda potencia mundial. No todo fue fracaso enaquella economía, de la cual pueden extraerse experiencias importantes,siempre teniendo en cuenta que el conjunto del modelo no se sostuvo, ni enlo económico ni en lo político. En lo político porque el socialismo, que esel único régimen mundial donde la sustentabilidad depende de la democracia,no ha sido capaz de crearla. "El capitalismo puede vivir sin democracia, fíjate que donde primero seimplanta el modelo neoliberal en América Latina es en el régimen dePinochet, el capitalismo usa los mecanismos de institucionalización políticaque le son convenientes y rentables en cada lugar sin ningún escrúpulo. Eincluso aplica patrones autoritarios, y a veces de corte fascista, al amparode esa institucionalidad que llama democrática por sostenerse en regímeneselectorales y de alternacia gubernamental. "Al capitalismo no le interesa crear una verdadera democracia, pero alsocialismo sí, y eso fue lo que faltó en Moscú, donde si hubiera habido unverdadero poder popular, el gobierno soviético hubiera podido asumir unesquema de reformas mucho más radical encaminado a sostener el sistemasocialista. No radical en renunciar al mismo. Todo eso falló porque no habíaun poder popular, el pueblo no tenía ningún poder, desde un nivelcomunitario hasta los más altos niveles estatales, en la toma dedecisiones." ¿Cuáles son entonces los problemas del proyecto democrático cubano? -Creo que debemos partir de reconocer que hemos armado un proyecto demasiadoestatizado, muy burocratizado con un nivel muy limitado de participaciónpopular en los sistemas de decisiones de todo orden. Esto puede definir agrandes rasgos el problema, pero que tiene muchas expresiones puntuales einstitucionales. Por ejemplo existe un sistema de poder popular donde laAsamblea Nacional -que electoralmente es muy democrática, pero los elegidostiene un poder muy limitado para tomar cualquier decisión- se reúne solo dosveces al año y vota cosas que ya han sido tramitadas. Esas votacionesunánimes te dan la medida de lo insustancial de su gestión. ¿Habría que refundar entonces la democracia cubana actual? -«Refundar» no es la palabra, refundar significa volver a fundar, un diseñodistinto, liquidando todo lo anterior. Yo creo que hay que transformarlocríticamente, tener una posición más crítica por parte de los actorespolíticos, en todos los niveles, de poder hacia la organización del poder. El papel del partido a mi juicio debería ser transformado: el partido nopuede dirigir al Estado, es el pueblo el que debe dirigir al Estado. Martíusaba unas palabras que siempre me han impresionado, él hablaba de unpartido para formar la república no para dirigir la república, para Martí elpartido debe tener un papel más ético, más de vanguardia. "Esto nos lleva al análisis de que son dos cosas distintas unpartido-vanguardia y un partido-poder. Si nos montamos en una estructura depoder ya estamos rebasando el papel de la vanguardia; y si nuestro propósitoes articular la garantía, la reproducción y el perfeccionamiento de lavanguardia dentro del proyecto, nuestra aspiración no puede traducirse en elejercicio del poder, ya se refiera a administrar con eficiencia, o cualquierdispositivo que releve al pueblo de la responsabilidad de las decisiones. "No son ideas antagónicas, pero tampoco coincidentes, incluso puedencontraponerse en algunas cosas porque ejercer el poder crea interesescorporativos, entonces quieres estar en el Partido para poder ejercer elpoder. Es toda una dinámica de intereses y compromisos de acuerdo al papelque juegan las instituciones." ¿Cree usted en la superación de una férrea mentalidad de plaza sitiada sinsubestimar nunca la inteligencia del enemigo? -Eso es muy difícil. Para superar esa mentalidad de plaza en estado de sitiodebe dejar de existir el estado de sitio real. Esta mentalidad de plazasitiada se crea porque somos una verdadera plaza sitiada. Los últimos 15años son la prueba más clara de ello: cómo los Estados Unidos han cambiadotoda su política hacia el antiguo campo socialista excepto hacia Cuba. Ycomienzan el hostigamiento hacia esos regímenes latinoamericanos que seaproximan o siguen proyecciones antiimperialistas, afines a las de Cuba. "La política de cerco existe y el centro principal se está desplazando haciaVenezuela. Este país es, más que Cuba, objeto previsible de una posibleinvasión, por los intereses norteamericanos allí, puesto que Venezuela esuno de los suministradores más de petróleo a los Estados Unidos, y estaasentada geográficamente sobre las segundas reservas de petróleo más grandesdel mundo." En varios de sus artículos sobre la sociedad cubana y el impacto de lacrisis de los 90 usted dice que Cuba tiene una crisis de inserción debido almundo al cual se enfrenta. ¿Ha logrado el país insertarse en la dinámicaglobal contemporánea a la vez que protege su modelo? -Yo hablo sobre la crisis de inserción que provocó la caída del llamado«campo socialista», porque hasta el año 1989 Cuba no padecía esta crisisdebido a su inserción dentro de un sistema internacional. La inserciónsiempre ha sido un problema para nuestro país, los primeros años de larevolución fueron de ruptura y búsqueda de un camino independiente deinserción en el mercado mundial, el cual no logramos. Ya entonces se puedenidentificar los elementos propios de una primera crisis de inserción hastaque Cuba opta por ingresar al CAME y obtiene una asociación internacionalarticulada, orgánica y estable. También una nueva situación de dependencia. "Este sistema (el del CAME) no llegó a dominar una porción suficientementeelevada de la economía mundial. Además se montó sobre un equívoco, puestoque no llegó a ser un sistema distinto, en términos de mercado, al sistemacapitalista dominante, es decir, al mercado mundial, sino es una forma deintegrarse desde una perspectiva colectiva a la economía mundial. "Cuba vive a partir de ahí un momento económico provechoso, aunque nosvolvimos también más azucareros, más dependientes de un mercado cautivo conpocas posibilidades de salirnos de ese sistema. En la época actual hemos idologrando una inserción policéntrica, ya que no dependemos de ningún centroen particular. Me atrevería a caracterizar la articulación económicainternacional a partir de tres contrapartes: Venezuela, China y algunospaíses desarrollados." ¿Cómo ve Aurelio Alonso el socialismo del siglo XXI que Chávez nos propone? -Esa es una teorización. Confieso que yo también he usado ese término, perolo cierto es que no se sabe todavía cuál es, o cuales serán los socialismosde este siglo porque solo han pasado siete años. Yo creo que hay unacorrelación de fuerzas que demuestra condiciones favorables, como nuncahasta nuestros días, para reiniciar una búsqueda del socialismo en AméricaLatina. Por ahí viene el verbo «reinventar», y como todavía habrá mucho quereinventar, le hago un cierto rechazo a que alguien venga a estratificarmodelos como si tuvieran la verdad en la mano. "Nosotros no podemos ponernos a construir modelos en abstracto, tampocosignifica que no podamos teorizar pero debemos hacerlo de manera progresiva.Las condiciones de los países que vayan a construir ese socialismo saliendode profundas complicaciones de dependencia neoliberal como son los paíseslatinoamericanos, deben ser sobre la base de una serie de pasos, deconstrucciones distintas a una sociedad como la cubana de economía muyestatizada. Quizás los objetivos sean similares pero los puntos de partida,los caminos, las estrategias tienen que ser distintas. "Incluso nosotros no debiéramos ver, a ultranza, como un pecado capital,privatizar. Venezuela parte, de hecho, de una sociedad hiperprivatizada, yno creo que los procesos nacionalizadores que se hagan necesarios puedanorientarse a la desprivatización masiva. También existen condicionesdiferentes para los países que parten con una cantidad enorme de recursosmateriales, naturales y los que no. Nunca van a ser iguales tampoco lascondiciones en que pueda triunfar un proyecto socialista en un paíscapitalista desarrollado, necesariamente serán condiciones diferentes. Eldilema no está en teorizar o no teorizar, sino en si construimos modelos ono construimos modelos, a partir incluso de experiencias evaluadas comoexitosas." ¿Hasta qué punto le hizo daño a nuestra economía copiar el modelo soviéticoy adoptar una excesiva centralización? -Eso es muy difícil de decir. Habría que preguntarse también hasta que puntola economía hubiera subsistido si no adopta el modelo soviético. No setrataba solamente de acogerse a un modelo sino de adaptarse a las exigenciasde un conjunto de países para poder insertarse. La cuestión no era «si no teadaptas al modelo no te ayudamos», era «si no te adaptas no tienes manera deinsertarte». "Este modelo le hizo daño y le hizo bien al país, porque nos permitió salirde la crisis de principios de los 70 y a partir de ahí obtuvimos unadinámica de desarrollo estable. Uno de los grandes daños fue en el aspectofinanciero, pues había que buscar en el resto del mercado fuentes definanciamiento no contempladas en el CAME, y nos acogimos al flujo de lacorriente crediticia en eurodólares que ofrecía el mundo desarrollado enesos años. Como es sabido, esto generó un proceso de endeudamiento quedesbordó la capacidad de pago del país en divisa convertible. "También habría que considerar que nuestras políticas de inserción hanestado ligadas a instrumentos jurídicos y no a una dinámica mercantil. Semontaban fábricas que después no funcionaban o funcionaban a muy bajacapacidad por no hacerse las previsiones pertinentes. Fíjate que la crisisde la economía cubana no empieza en realidad con la caída del camposocialista, empieza con la carencia de recursos financieros para saldar loscumplimientos de la deuda externa en divisa convertible en los primeros añosde los 80. "En el año 1985, Cuba tiene que decirle a los acreedores occidentalescapitalistas que no puede pagar y para poder acceder a nuevos préstamos losacreedores le exigen al país una fuerte reducción del gasto público y unprograma de privatización que priorizara la eficiencia económica por encimade los gastos sociales. Una versión de las «políticas de ajuste» del FMI yel Banco Mundial, características de las ataduras de la dependencianeoliberal. Cuba no acepta y declara la moratoria de la deuda. "Los créditos capitalistas significaban alrededor del 16% de la entrada dedivisas al país, pero ese 16% afectaba al 35% de la economía cubana. Losconvenios con los países del CAME se basaban en lo que esos países te podíandar, que no coincidía siempre con lo que se necesitaba; en tanto, loscréditos capitalistas significaban la entrada de divisas al país para buscarofertas de acuerdo con tus necesidades. La moratoria de la deuda con losacreedores occidentales trajo como consecuencia que el nivel de dependenciade Cuba al CAME se elevara de aproximadamente un 65% hasta cerca de un 90%en 1989." ¿Qué cambios estructurales más urgentes necesita la economía cubana para undespegue de sus fuerzas productivas? -En primer lugar debemos enrumbar la mirada hacia la subsistencia. Siemprehemos rechazado aplicar un modelo de subsistencia, pero los principalesgastos del país siguen siendo los combustibles y los alimentos. Nunca sepodrá llegar a la total suficiencia, pero no se puede depender en 50 o 60%de importaciones en esos rubros. En este país hay mucha tierra sin cultivar. Está la famosa anécdota de Raúl de que solo veía marabú en su viaje aCamaguey. Evidentemente hay un problema estructural que requiere un cambioestructural. "Hay un 30% de los productores agrícolas que hoy garantizan más del 60% dela producción de alimentos, y estos son los productores privados y lascooperativas con mayor autonomía en sus decisiones. Son los menos atenazadospor los suministros del Estado, por el compromiso de entrega al Estado, porla elección de sus cultivos por parte del Estado, por los precios que imponeel Estado. Yo no soy un experto en esos temas pero sí hay mucha gente que haescrito sobre eso y tiene sus puntos de vista. "Creo que habría que ponerle un poco más de atención a los críticas. Hay quegenerar cambios en la agricultura que garanticen un mayorautoabastecimiento. Yo pienso que el socialismo del siglo XX fue tanestatista de vocación en todas partes, que hoy nos cuesta adoptar otrasformas de propiedad como la cooperada y la privada." ¿Considera la negación del mercado como la negación del desarrollo? -Mira, el mercado no es el capital pero el capital sí hizo al mercado. Laseconomías de mercado avanzan hasta que el capital se cae. Debe buscarse ladesconexión entre mercado y capital y a su vez el mecanismo de reducción delpeso específico del mercado como dispositivo de conducción de la economía. Yo no creo en el «socialismo de mercado». Tú no puedes dirigir la economíasocialista mediante el mercado. La economía socialista debe estar dirigidade manera global por una institucionalidad social representativa de losintereses de la población y que domine al mercado. "Al mercado hay que acudir para armar una lógica de eficiencia sincomprometer el proyecto social. Una eficiencia no dictaminada por las leyesdel mercado sino por una lógica montada en los intereses superiores de lasociedad, dentro de la cual el mercado provea también, con sus mecanismos,aseguramientos armónicos con el interés global del proyecto. El mercado deque hablo no puede convertirse en una concesión al interés privado endetrimento del interés social, sino subordinarse a él." Desde que Raúl asumió la presidencia del país se habla de cambios,básicamente. ¿Cómo pudiéramos diferenciar la personalidad de Raúl con la deFidel? -Fidel es el estadista más brillante del siglo XX. Ha sido el jefe de Estadoque ha demostrado la mayor capacidad para resolver la subsistencia social enlas condiciones más adversas posibles y mantener un consenso para elsistema. Las revoluciones generan personalidades: ahora mismo, en Ecuadornadie sabía quien era Correa hasta hace dos años y este ha adquirido unatalla de estadista impresionante. Raúl no es Fidel. Creo que Raúl tienecondición de estadista, como la tuvo el Che, y Dorticós y Carlos RafaelRodríguez. Es una opinión muy personal. Diría incluso que Raúl aventaja enalgunos aspectos a Fidel, yo creo que Raúl es mejor administrador, y muchagente lo cree en Cuba. Él tuvo un peso decisivo en muchas de las reformasque se implementaron en los años 90 y que sirvieron para contener eldesplome de la economía cubana. ¿Cuán cerca o cuán lejos está el final del laberinto cubano tras la caídadel Muro? -No se sabe dónde está el final del laberinto, ni siquiera la salida dellaberinto está todavía clara. La salida ha tenido un proceso de reinserciónque le debe mucho a la política de resistencia, pero también a los cambiosque se están produciendo en América Latina y a la crisis del sistemaimperialista. Estamos en una época de grandes incertidumbres, no podríamosprecisar aun los caminos de esos proyectos y cómo van a enfrentarse alimperialismo. Un imperialismo que nos gusta calificar de agonizante peroque, incluso en su agonía, no se quedará de brazos cruzados. Seguramente vana repetirse las agresiones armadas, las cruzadas, las invasiones. "Por lo tanto el principal aliado que van a tener los pueblos de la AméricaLatina será la resistencia de los invadidos. En cuanto a Cuba debemos pensarque la situación de plaza sitiada puede durar 100 años más. El sitio es uncomponente real de nuestro laberinto."

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