A raíz de una larga serie de consultas telefónicas entre los dirigentes de Izquierda Unida (IU) y Nueva Izquierda (NI), y un incesante cabildeo entre sus operadores, el sexto Consejo Nacional del PRD aprobó por unanimidad un acuerdo –redactado a mano– por el cual se nombró secretario de finanzas a Rigoberto Ávila Ordóñez. A cambio, implícitamente fue reconocido Guadalupe Acosta Naranjo como presidente sustituto del partido del sol azteca.
En poco más de dos horas se diluyó la inconformidad de IU (seguidores de Alejandro Encinas) en torno a la designación de Acosta Naranjo (del grupo de Jesús Ortega), a quien sus detractores le aplicaron desde hace más de tres semanas los motes de “espurio, traidor, títere y porro”.
En un salomónico final de negociación entre ambas corrientes, sus consejeros decidieron también convocar al décimoprimer congreso nacional del PRD, a realizarse entre el 31 de julio y el 1, 2 y 3 de agosto próximos. Dicho encuentro, que tendrá lugar en el momento más elevado de la discusión nacional sobre el tema energético, podría ser, si así lo deciden los congresistas, “el inicio de la refundación” del sol azteca, especificó el mismo Acosta Naranjo.
Desde el mediodía de ayer, el tema de la elección del nuevo secretario de finanzas generó un torrente de especulaciones en torno a quién ocuparía esa posición. No obstante, Acosta Naranjo deslizó que a él no le importaría que fuera ocupada por una persona sin relación con su grupo político.
Desde entonces, con el retraso acostumbrado entre los perredistas para empezar sus encuentros, se barajó el nombre de Jesús Martín del Campo, proveniente de Izquierda Unida.
Activismo de Padierna
Mientras pasaban las horas, y con el evidente activismo de Dolores Padierna, Armando Quintero y Raymundo Cárdenas en el salón de Exporreforma, donde se celebran las reuniones del Consejo Nacional del PRD, se supo que la primera había hablado con Acosta Naranjo para ofrecerle el reconocimiento implícito de IU a su presidencia temporal, a cambio de la secretaría de finanzas.
Ante la evidente mayoría de consejeros afines a la corriente de Ortega presentes en la reunión, destacó el acercamiento entre Acosta Naranjo, Padierna, Quintero y Cárdenas. Estos tres últimos, en distintos momentos se sentaron junto al presidente sustituto para negociar una salida a los temas del futuro congreso y el nombre del secretario de finanzas.
Y así fue, ante el tedio y molestia de decenas de consejeros que no podían salir a comer porque la presidencia del consejo no decretaba un receso, los negociadores coyunturales de Alejandro Encinas, entre los que destacó la urgencia de Padierna por arrebatar a los chuchos el manejo de las finanzas del partido, se encontró una salida casi en punto de las 18 horas.
Investido con la autoridad, que horas antes había sido desconocida por Izquierda Unida, Guadalupe Acosta ocupó la tribuna para anunciar el acuerdo, el cual le comprometía a dar el nombre del secretario de finanzas, a cambio de ser aceptado por sus oponentes.
Entonces propuso que la comisión organizadora del próximo congreso se integre por los miembros del CEN y de la mesa directiva del Consejo Nacional, José Antonio Rueda, Roberto López, Manuel Oropeza, Luis Bravo, Eloi Vázquez, Eliana García, Ulises Lara, Jesús Zambrano, Graco Ramírez, Marcos Álvarez, José Luis Jaime, Horacio Duarte y Alfonso Ramírez Cuéllar, además de Ifigenia Martínez y Jorge Calderón.
Se reiteró que Rigoberto Ávila será el nuevo secretario de finanzas, que la Comisión Técnica Electoral se integrará por Ana Paula Ramírez e Iván Texta, y la Comisión Central de Fiscalización se conformará con Teresa Juárez, Gerardo Unzueta y Silvia Gómez.
En poco más de dos horas se diluyó la inconformidad de IU (seguidores de Alejandro Encinas) en torno a la designación de Acosta Naranjo (del grupo de Jesús Ortega), a quien sus detractores le aplicaron desde hace más de tres semanas los motes de “espurio, traidor, títere y porro”.
En un salomónico final de negociación entre ambas corrientes, sus consejeros decidieron también convocar al décimoprimer congreso nacional del PRD, a realizarse entre el 31 de julio y el 1, 2 y 3 de agosto próximos. Dicho encuentro, que tendrá lugar en el momento más elevado de la discusión nacional sobre el tema energético, podría ser, si así lo deciden los congresistas, “el inicio de la refundación” del sol azteca, especificó el mismo Acosta Naranjo.
Desde el mediodía de ayer, el tema de la elección del nuevo secretario de finanzas generó un torrente de especulaciones en torno a quién ocuparía esa posición. No obstante, Acosta Naranjo deslizó que a él no le importaría que fuera ocupada por una persona sin relación con su grupo político.
Desde entonces, con el retraso acostumbrado entre los perredistas para empezar sus encuentros, se barajó el nombre de Jesús Martín del Campo, proveniente de Izquierda Unida.
Activismo de Padierna
Mientras pasaban las horas, y con el evidente activismo de Dolores Padierna, Armando Quintero y Raymundo Cárdenas en el salón de Exporreforma, donde se celebran las reuniones del Consejo Nacional del PRD, se supo que la primera había hablado con Acosta Naranjo para ofrecerle el reconocimiento implícito de IU a su presidencia temporal, a cambio de la secretaría de finanzas.
Ante la evidente mayoría de consejeros afines a la corriente de Ortega presentes en la reunión, destacó el acercamiento entre Acosta Naranjo, Padierna, Quintero y Cárdenas. Estos tres últimos, en distintos momentos se sentaron junto al presidente sustituto para negociar una salida a los temas del futuro congreso y el nombre del secretario de finanzas.
Y así fue, ante el tedio y molestia de decenas de consejeros que no podían salir a comer porque la presidencia del consejo no decretaba un receso, los negociadores coyunturales de Alejandro Encinas, entre los que destacó la urgencia de Padierna por arrebatar a los chuchos el manejo de las finanzas del partido, se encontró una salida casi en punto de las 18 horas.
Investido con la autoridad, que horas antes había sido desconocida por Izquierda Unida, Guadalupe Acosta ocupó la tribuna para anunciar el acuerdo, el cual le comprometía a dar el nombre del secretario de finanzas, a cambio de ser aceptado por sus oponentes.
Entonces propuso que la comisión organizadora del próximo congreso se integre por los miembros del CEN y de la mesa directiva del Consejo Nacional, José Antonio Rueda, Roberto López, Manuel Oropeza, Luis Bravo, Eloi Vázquez, Eliana García, Ulises Lara, Jesús Zambrano, Graco Ramírez, Marcos Álvarez, José Luis Jaime, Horacio Duarte y Alfonso Ramírez Cuéllar, además de Ifigenia Martínez y Jorge Calderón.
Se reiteró que Rigoberto Ávila será el nuevo secretario de finanzas, que la Comisión Técnica Electoral se integrará por Ana Paula Ramírez e Iván Texta, y la Comisión Central de Fiscalización se conformará con Teresa Juárez, Gerardo Unzueta y Silvia Gómez.
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