jueves, 5 de junio de 2008

Julio Hernandez

Con gran amabilidad, Miguel Izquierdo Saure le suelta dos que tres elogios al chofer de la presente troca analítica para luego advertirle que en asuntos de política gringa no es tan ducho como en la mexicana: “a Obama lo identificamos en Estados Unidos como el ‘achocolatado’, pues no es ni blanco ni negro, sino todo lo contrario. Bush y su candidato republicano, McCain, se han de estar frotando las garras (al fin halcones; que nos dispense el pajarraco) pensando que ya la hicieron con, cuando menos, otro cuatrienio de terror para la humanidad que, para nuestro caso, da lo mismo un demócrata que un republicano. ¿No te das cuenta cómo lo tratan los medios de comunicación gringos, insidiosamente?: ¡Ganó un negro!, publican. ¿Tú crees que permitirán su triunfo las mayorías blancas-racistas? ¡Por favor!”... Desde su consultorio odontológico de Polanco, Jaime Edelson Tishman protesta porque aquí se caracterizó como “hispano-mexicano” a Juan Camilo Mouriño Terrazo: “¿Y tú qué eres? –increpa el dentista al tecleador–, probablemente un resentido. Porque Julio me suena a nombre de emperador romano, y con apellidos como los tuyos haz (sic con caries ortográfica) de ser solo hispano; los libros de historia no mencionan a ningún Moctezuma Hernández ni tampoco un Cuihitlauac (sic sin muela del juicio histórico) López”... El trabajador jubilado de Pemex Marco Antonio Balanzá vuelve a dar información de lo que ve: “en Poza Rica, Veracruz, la Subdirección Región Norte transfirió a una compañía privada las actividades totales del departamento de Construcción y Mantenimiento, que se realizaban por administración directa de Petróleos Mexicanos, y que incluyen las áreas de pintura, carpintería, combustión interna, albañilería, tuberías y tanques, construcción de caminos, ingenieros civiles, electromecánica y taller eléctrico. Con esa privatización se va a desplazar a más de mil 500 trabajadores, y lo más absurdo es que la sección 30 del sindicato petrolero, con sede en Poza Rica, no dice ni hace nada, como un cómplice silencioso”... ¡Aguas! Ayer, mientras esta fábrica de barquitos de información era calafateada, se reunían en Bucareli varios elementos tóxicos para la nación, de apellidos Mouriño, Kessel y Reyes Heroles G.G. (léase je je)... ¿Quién dice que no hay justicia en México? Allí está el caso de un gobernador acusado de asuntos de narcotráfico al que de seis años originales de prisión se le ha condenado ahora a más de 36 (oh, perdón, es un ex gobernador, no un mandatario actual: hágase la voluntad judicial en los bueyes de sexenios pasados, no en los actuales, rezaría una adaptación moderna del bovino dicho rural)... Y, mientras la Permanente se decide a hurgar en el sabido conflicto de intereses empresariales (actualmente, en lo telefónico) del ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ¡hasta mañana, con un suspirante ay!

No hay comentarios: